Para interpretar la calificación energética de una vivienda o local hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Las posibles calificaciones pueden ser a, b, c, d, e, f, g.
- La media de calificación se sitúa entre las letras d-e, por lo que estas letras marcarían el “aprobado” en materia de eficiencia energética.
- Las calificaciones a, b y c son indicativo de menos consumo de energía, f y g lo contrario, mayor consumo.
En este sentido se podría estimar que, por ejemplo, para una vivienda tipo con un recibo medio de suministros de 60 €/mes, el consumo energético variará en función de cuál sea su calificación:
- Si es A: gastaría menos que la media (un máximo de 35€)
- Si es B: gastaría menos que la media (35€ a 45€)
- Si es C: gastaría menos que la media (45€ a 54€)
- Si es D: gastaría la media (57€ a 60€)
- Si es E: gastaría la media (60€ a 66€)
- Si es F: gastaría más que la media (66€ a 75€)
- Si es G: gastaría más que la media (un mínimo de 80€)