Desde Irigain concebimos dos tipos de proyectos desde el punto de vista del cliente: por una lado, aquellos en los que el cliente vivirá o trabajará en la vivienda o local a reformar, y por otro lado, aquellos proyectos que se diseñan para un usuario desconocido (por ejemplo, un apartamento o una oficina de alquiler).
Con respecto al primer ejemplo, en el que el cliente será el usuario final del inmueble a reformar o rehabilitar, desde Irigain realizamos una entrevista personal con el cliente para conocer sus necesidades, costumbres y hábitos diarios. Gracias a este proceso de codiseño/cocreación con el cliente, tenemos en cuenta cualquier aspecto que pueda tener efecto en su modo de vida en el proyecto y adaptamos el diseño del inmueble a su día a día y de la mejor manera posible.
De esta forma conseguimos diseñar proyectos a medida y reformas que responden a la personalidad y exigencias del cliente. En Irigain trabajamos desde estas premisas para resolver los problemas arquitectónicos y requerimientos funcionales del cliente, así como para aprovechar al máximo las oportunidades espaciales que ofrece el inmueble a reformar. Desde el primer momento es un proceso de trabajo en equipo importantísimo entre el arquitecto y el cliente.
En el segundo caso, adaptamos la reforma de tu vivienda u oficina para facilitar su alquiler, con diseños flexibles y presupuestos ajustados al tipo de alquiler al que van a estar destinados.
Si quieres conocer de primera mano nuestros servicios, contacta con nosotros y estudiaremos tu caso.